Este fin de semana toca cambio de hora: a las 3 a.m. serán las 2 a.m. Este cambio, aunque permita remolonear una hora más en la cama, en realidad se originó con el objetivo de ahorrar energía. Parece que fue el científico, inventor y político Benjamín Franklin el que propuso, entre otras medidas, el cambio de hora para ahorrar energía adaptando nuestra vida al horario solar.
Sin embargo, no fue hasta la Primera Guerra Mundial cuando este tema empezó a considerarse con cierta relevancia. Alemania redujo el número de horas de iluminación artificial para ahorrar carbón que poder utilizar en el conflicto bélico y, así, le siguieron aliados y enemigos.
¿Cuándo volvió a optarse por la medida del cambio de hora? Cuando volvió a necesitarse reducir el consumo, con la crisis del petróleo de 1974 y así, progresivamente, se fue instaurando la costumbre.
Pero, ¿realmente el cambio de hora ayuda a reducir el consumo energético? Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, este cambio de hora nos ayuda a ahorrar un 5%, aunque otras fuentes no tan oficiales barajan cifras hasta del 1%.
Pese a todo, el ahorro energético más importante está en los pequeños gestos de nuestro día a día. Aprovechar la luz natural, cambiar comportamientos, evitar el consumo fantasma o apostar por bombillas eficientes es fundamental, identificar las oportunidades de ahorro, todavía más. Si necesitas que te ayudemos a conseguirlo, la mejor opción es contar con asesoramiento profesional. No dudes en confiar en nosotros 😉