Que los sistemas de climatización y aire acondicionado han supuesto un avance en la calidad de vida de las personas que viven en regiones calurosas no puede negarse. Sin embargo, el uso de estos sistemas de climatización pueden afectar a nuestra salud respiratoria por diferentes motivos. ¿Quieres conocer cómo minimizar el riesgo de sufrir problemas de salud respiratoria derivados del aire acondicionado? Hoy te lo contamos 😉
Mantenimiento del aire acondicionado
Realizar un mantenimiento periódico de los sistemas de climatización es fundamental para reducir el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias.
Los controles de limpieza y de calidad de los equipos no sólo ayudan a alargar la vida útil de los mismos y hacerlos más eficientes, sino que evitan el surgimiento de bacterias, que puedan reproducirse y esparcirse por el aire.
El proceso es simple: al no limpiar el aparato ni los conductos por donde pasa el aire, todas las personas que están bajo el mismo techo están expuestas a las bacterias y la humedad que en ellos se generan.
Además, es importante tener en cuenta que aunque mayoritariamente hablamos de contraer enfermedades leves, el mal mantenimiento de los aparatos de aire acondicionado es la causa de la mayor parte de infecciones por legionella.
Excesiva diferencia de temperatura entre interior y exterior
Cuando existe una gran diferencia de temperatura entre los espacios de interior y el exterior existe riesgo de sufrir mareos, exceso de sudoración o incluso infecciones como resultado del enfriamiento repentino de la humedad provocada por el sudor cuando entramos a un recinto con temperaturas muy bajas.
Para evitar estos problemas, lo ideal es acondicionar los ambientes con temperaturas de entre 24 y 27 grados e intentar que los cambios de temperatura no sean frecuentes ni bruscos. Por ejemplo, si llegas a casa después de un día muy caluroso lo mejor será que vayas bajando la temperatura del aire acondicionado gradualmente.
Falta de humedad en los espacios interiores
Cuando las temperaturas son muy altas, las enfermedades de tipo respiratorio infeccioso suelen ser menos frecuentes. Sin embargo, el mal uso de aires acondicionados puede dar lugar a la generación de cuadros o síntomas respiratorios. Los sistemas de climatización enfrían el aire, le quitan humedad (lo secan) y tienden a acumular polvo en los filtros –justamente lo contrario que ocurre en las vías respiratorias–, favoreciendo el surgimiento de cuadros infecciosos o inflamatorios en las vías respiratorias.
¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo de contraer enfermedades respiratorias como rinitis, sinusitis o faringitis? Tratar de mantener la humedad de los espacios con la función de ventilación y así dificultar también la transmisión de gérmenes.