Si hablamos de energía renovable y neutra, las calderas de biomasa son una de las alternativas más eficientes, económicas y sostenibles. Tienen como materia prima productos, desechos y residuos de origen biológico y hoy vamos a saber un poco más qué son y qué tipos hay.
¿Qué es una caldera de biomasa? (h2)
Las calderas de biomasa son aparatos que proporcionan solo calefacción o calefacción y agua caliente sanitaria mediante la combustión de desechos orgánicos aprovechando así una materia prima sólida que normalmente proviene de las áreas forestal o agrícola. En cuanto a su funcionamiento, son similares a las calderas de gas o de gasóleo que se basa en que una materia prima entra en un quemador y la combustión puede controlarse a demanda del usuario. Aunque en función del combustible que se utilice el mecanismo también puede variar, normalmente las calderas de biomasa funcionan transmitiendo el calor generado durante la combustión a un intercambiador de calor. Desde allí, el calor se transfiere al sistema de agua caliente sanitaria que se usa tanto para el suministro de agua corriente como para la calefacción. El único residuo que genera la combustión es ceniza que debe eliminarse de forma periódica.
Tipos de calderas de biomasa
Dependiendo del combustible que utilicen se puede hablar de diferentes tipos de calderas de biomasa:
- Calderas de pellet. Este tipo de calderas utilizan unas pequeñas dosis de serrín vegetal prensado llamado pellet. Este combustible se produce de manera industrial y está muy estandarizado.
- Calderas de astillas. Como su propio nombre indica, este tipo de calderas queman astillas, materia prima vegetal triturada, procedente de los residuos de la agricultura y la silvicultura.
- Calderas de residuos agroindustriales. El combustible que utilizan estas calderas consisten en huesos de aceituna o cáscaras de frutos secos.
- Calderas de leña. Este tipo de calderas de biomasa usan troncos de leña como combustible, aunque en la actualidad, de una forma poco convencional. La mayoría son calderas de gasificación en las que los troncos no se queman directamente, sino que en una cámara se calienta la leña para gasificarla y en otra se quema ese gas para generar calor.