Con el invierno encima lo primero que queremos para nuestro hogar es tener la temperatura adecuada y, para ello, tenemos que contar con un buen sistema de calefacción.
Para empezar, es importante saber el funcionamiento de los sistemas de calefacción y, por lo tanto, todos los elementos que los componen.
En primer lugar, en todo sistema de calefacción se necesitará un generador de calor, lo que vienen siendo las calderas que son las que se encargarán de generar el calor para hacerlo llegar hasta los emisores. Estos son otro de los elementos de un sistema de calefacción, cuya función es recibir el calor que genera la caldera y transmitirlo a los diferentes espacios que se quieran calentar, se trata de los radiadores. Por último, también se necesitará un termostato como sistema de control.
Dicho esto, hoy nos centraremos en uno de los elementos que forman un sistema de calefacción, las calderas. Se puede diferenciar entre diferentes tipos de calderas, siendo el combustible utilizado el que supone una primera clasificación de las mismas.
- Gasoil. Este tipo de calderas funcionan con gasóleo. Una de las principales ventajas es que tienen un gran rendimiento, aunque por otra parte, es posible que el coste de la instalación sea un poco más elevado que en otro tipo de calderas, así como el combustible que utilizan.
- Gas natural. Estas calderas utilizan el gas natural o gas ciudad para calentar agua. Suelen combinarse con los radiadores de agua, de forma que se instala un circuito interno de agua caliente que recorre toda la casa. De esta forma se consigue calentar la vivienda de forma más homogénea.
- Pellets o leña. Este tipo de combustible es 100% renovable y tiene su origen en residuos orgánicos como el serrín, restos forestales o cáscaras de frutos secos. Este tipo de calderas tienen un gran poder calorífico y apenas generan residuos. Para instalar estas calderas se necesita una salida de humos, necesitando además un buen mantenimiento por la limpieza de las cenizas. Es una de las soluciones más respetuosas con el medio ambiente.
- Energía eléctrica. En el caso de este tipo de calderas el agua se calienta a través de la energía eléctrica. Con este tipo de calefacción se evitan los posibles problemas de fugas de gas o intoxicaciones. La instalación de las calderas es más barata, pero consumen más y el gasto en cuanto a energía también puede ser mayor.
En MEG podemos asesorarte en instalación de calderas y cuál puede ser el sistema de calefacción que mejor se adapte a tus necesidades.
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