Las viviendas se diseñan, cada vez más, pensando en el ahorro energético. Esto es una realidad a la que contribuye en gran medida la utilización de energías renovables en el hogar. El uso de ese tipo de energías, es positivo tanto para reducir los niveles de contaminación, así como para garantizar la eficiencia energética y un gran ahorro en las facturas.
Eso sí, a la hora de hablar del diseño de una vivienda, el profesional tiene en cuenta los diferentes sistemas de energías renovables que se pueden instalar en las mismas, pensando en el ahorro energético y en el resto de beneficios de este tipo de energías. Los sistemas más utilizados son cuatro:
- Panel solar térmico. Se utiliza mucho para es muy útil para las instalaciones de agua caliente y para la calefacción. Los paneles suelen colocarse en el tejado, atraen los rayos de sol y convierten esa energía en calor. La vida útil de estos paneles suele ser de 25 años aproximadamente. La inversión inicial suele recuperarse en poco tiempo, ya que el ahorro económico es muy importante. Su mantenimiento es muy sencillo.
- Panel solar fotovoltaico. Este tipo de paneles sirven para generar energía eléctrica. Son fáciles de instalar y de mantener. El ahorro económico es tanto o mayor que el de los paneles térmicos.
- Caldera de biomasa. Es considerado uno de los medios más ecológicos a través del que se consigue agua caliente o calefacción en una vivienda unifamiliar o un edificio. Este sistema funciona con combustibles naturales. Se trata de una energía segura, barata y con un mantenimiento sencillo.
- Energía eólica. Para conseguir energía a través del viento para una vivienda se puede decir que los aerogeneradores domésticos no necesitan de fuertes rachas de viento. Tampoco son necesarias grandes extensiones de terreno, lo que conlleva un impacto ambiental mínimo.
El ahorro energético está asegurado con estos sistemas de energías renovables, siendo cada vez más las viviendas que cuentan ya con ellos para nutrirse de energía.