Aunque habitualmente hablamos de la factura de la luz como uno de los grandes referentes de desembolso en los hogares, lo cierto que la factura de gas también se ha convertido en uno de los mayores gastos mensuales. Y es que se estima que sólo la calefacción supone un 40% de la energía que se consume en las casas españolas.
En este marco, la eficiencia y el ahorro energético pasa necesariamente por la aplicación de pequeños cambios de comportamiento que permitan reducir el consumo de energía en el hogar y, en consecuencia, reducir la factura del gas:
- La cocina es el lugar de la vivienda en el que, por excelencia, podemos aplicar numerosos trucos. El uso de ollas a presión o rápidas permite ahorrar hasta un 60% en el consumo energético. Si no utilizas, simplemente mantener las ollas tapadas para conservar el calor o apagar el fuego 5 o 10 minutos antes de acabar la cocción para aprovechar el calor residual son alternativas sencillas para reducir el consumo de gas. Otro truco emplear ollas y sartenes con un diámetro algo superior a la superficie de cocción, con lo que podremos ahorrar hasta un 20% de consumo energético.
- La higiene es importante, pero también en la limpieza de ropa podemos conseguir incrementar el ahorro en nuestra factura del gas ya que entre el 80% y el 85% de la energía que gasta una lavadora se produce al calentar el agua. En este sentido, reducir la temperatura del lavado, por ejemplo de 40 grados a 15 grados, reduce el consumo de energía a la mitad.
- Algo más difícil de controlar pero a tener muy en cuenta es contar con un aislamiento adecuado en el hogar, ya que es lo que evita que haya transmitancia térmica. Por ejemplo, instalar una doble ventana o utilizar un cristal eficiente es fundamental ya que el 40% de las pérdidas de calor se produce por las ventanas.
- Pero si hay en una cosa en la que debemos poner especial atención por su alto impacto es en la calefacción. Ajustar el termostato entre 18 grados y 22 grados es fundamental ya que, por encima de los 22, cada grado adicional supone un aumento del 5% de la factura de gas. Y, si no va a estarse en casa durante un periodo prolongado, ponerlo a 15-17 grados sería lo ideal. Además, purgar los radiadores, no cubrir la calefacción con muebles aunque sean decorativos y realizar un mantenimiento recurrente de la caldera y el equipo ayudará a que todo funcione eficientemente.
Especialmente ahora que tenemos el invierno a la vuelta de la esquina, recuerda la importancia de un buen mantenimiento de los sistemas de climatización y calefacción para un buen funcionamiento. Asimismo, recuerda que son los pequeños gestos los que darán grandes resultados en la reducción de tu factura de gas 😉