Uno de los aspectos más importantes a la hora de abordar un proyecto de interiorismo en hoteles es la iluminación. Se trata de una de las cosas que ayudará a marcar el estilo, el clima y la calidez del establecimiento creando atmósferas que se convierten en reclamo para los clientes.
La ambientación de los diferentes espacios se cuida al máximo y la iluminación en hoteles es básica para poder conseguir lo que se busca en cada uno de ellos. Un hotel cuenta con espacios muy diversos, públicos o privados, para los que se usan diversos tipos de sistemas lumínicos que también se adecúan a criterios de eficiencia energética y compromiso sostenible.
Los proyectos de iluminación para hoteles buscan el equilibrio entre la iluminación técnica y la decorativa. En el interior de los establecimientos hoteleros se propician ambientes cálidos mediante luces indirectas, laterales, combinadas con otras directas que crean atmósferas acogedoras para los clientes y garantizando su confort.
Uno de los objetivos para una buena iluminación de hoteles es iluminar distinguiendo los usos del hotel y adaptando la luz a cada momento del día. Para ello, se puede jugar con las intensidades de la luz en función del horario de la actividad. La idea es producir estímulos sensoriales en los espacios públicos del establecimiento. Por ejemplo, en los lobbys se puede aumentar sutilmente la intensidad de la luz al caer la tarde y el resto del día permanecer con una luz tenue.
Además, también se crean composiciones mediante contrastes que realcen los materiales y superficies poniendo el foco en detalles arquitectónicos. Y otro de los aspectos que se debe estudiar es la elección cromática con el fin de favorecer el empleo de luz de un tono más cálido frente a las blancas.
Sin duda, una buena iluminación potencia la imagen de marca y mejora la experiencia del cliente durante su estancia.
Para cualquier proyecto de iluminación, en MEG estaremos encantados en ayudarte.