El uso de la energía solar está ya estandarizado en nuestro país. No es raro ver en edificios de viviendas u otro tipo de inmuebles la instalación de placas solares. Pero ¿cómo funcionan para producir la energía a través de los rayos del sol?
El funcionamiento de las celdas de los paneles solares consiste en su combinación con otros elementos como el boro y el fósforo, además de dividirse en dos partes, una que se carga con electrones positivos y la otra con negativos.
Una vez que la placa solar recibe los rayos del sol a través de los fotones se mueven los electrones nivelando las zonas donde se encuentra la carga negativa. Cuando se van liberando los electrones a través de los fotones y se va incrementando, se va produciendo cada vez más electricidad y aquellos electrones que no son utilizados, vuelven al panel negativo iniciando el proceso de nuevo.
Se trata de un proceso sencillo si la luz solar incurre directamente en las celdas fotovoltaicas de la placa, por lo que cuanto más fuerte sea la intensidad de la luz solar que se recibe, mayor será el flujo eléctrico que se obtiene.
Una vez absorbida la energía solar, esa energía se convierte en corriente continua y después en alterna que es la que se usa normalmente en casas y oficinas.
En definitiva, se puede decir que el proceso de obtención de energía solar a través de la instalación de paneles solares consiste en que estos producen corriente continua, el inversor la transforma en la energía que fluye en la toma de corriente para ser utilizada.
Un tipo de energía renovable con la que además de contribuir a la preservación del medio ambiente también al ahorro energético y económico.
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