En el mundo de la decoración conseguir una buena iluminación es primordial tanto para el confort de los que habitan en una vivienda u oficina, así como para los que tienen un local comercial y quieren mostrar correctamente todos sus productos.
Con un buen proyecto de iluminación, elección de lámparas y distribución, se puede cambiar el aspecto y la atmósfera de una habitación. A la hora de iluminar interiores hay diferentes aspectos que debes tener en cuenta:
- Renovar la iluminación puede suponer grandes cambios, se pueden crear diferentes atmósferas según el tipo de habitación, pero debe existir una unidad con el resto de la casa.
- Será importante organizar un esquema de iluminación general para definir qué rol, tanto estético como práctico, debe cumplir la luz artificial en cada uno de los entornos.
- Debes aprovechar al máximo los diferentes tipos de luz de los que dispones, la general, puntual, ambiental o decorativa.
Hablando de los tipos de luz ahondaremos un poco más en este tema explicando a qué hace referencia cada uno de ellos:
- Iluminación General. Se trata de la luz principal que recae sobre los objetos. Normalmente es la que se coloca en el techo en el centro de la habitación. Es recomendable utilizar más de una fuente de iluminación general.
- Luz acentuada. Este tipo de iluminación de interiores es la mejor para destacar un accesorio o lugar concreto dentro de una habitación. De esta forma se crea atención sobre ese punto jugando también con las sombras.
- Luz ambiental. La luz ambiental otorga el color a toda la habitación. Normalmente se recurre a la luz cálida en cortinas de luminarias sobre muebles y estanterías para crear un ambiente acogedor.
- Luz decorativa. Esta opción se encarga de destacar objetos, texturas y detalles. La iluminación decorativa se caracteriza por mejorar los efectos arquitectónicos de las construcciones creando sensaciones para el que está en la habitación.