En la actualidad la eficiencia energética es un tema recurrente tanto en hogares como en empresas, pero ¿a qué hace referencia exactamente el término eficiencia energética?
Podría definirse como la optimización del consumo energético con el fin de alcanzar unos niveles determinados de confort y de servicio, es decir, ajustar el consumo de electricidad tanto de un hogar como de un local o empresa a las necesidades reales que tienen los usuarios de dichos espacios. Todo ello, llevando a cabo una serie de medidas de ahorro de energía. Tener un nivel adecuado de eficiencia energética a nivel estatal, supondrá asegurarse el abastecimiento de energía para todos los consumidores.
Motivos para apostar por la eficiencia energética
Tanto en viviendas como empresas, apostar por la eficiencia energética permitirá contribuir a la conservación del planeta, pero también a abaratar la factura de la luz. Además, llevar a cabo una serie de medidas para la eficiencia energética conlleva otras ventajas que pueden redundar en el bienestar diario de los consumidores.
Una de estas medidas supone conseguir una correcta climatización de los espacios a través de la utilización de un sistema de ventilación mecánico de doble flujo. En el hogar, otra medida primordial para lograr un buen nivel de eficiencia energética será optar por electrodomésticos con etiqueta A+, A++, A+++
¿Cómo se calcula la eficiencia energética?
Para medir y calcular la eficiencia energética uno de los principales estándares está en la Norma ISO 50001. Este sistema estima principalmente la eficiencia en el uso de energía de acuerdo a la productividad. En el caso de los hogares se calcula en base al óptimo funcionamiento de equipos e instalaciones comparados con un consumo bajo, lo que finalmente supone un ahorro en el pago de las facturas de la luz.
Para saber si se realiza una adecuada eficiencia energética habrá que tener en cuenta diferentes indicadores, cuanta más intensidad energética utilicemos, menor será la eficiencia eléctrica que llevamos a cabo.