Según el 8º Estudio de eficiencia energética en las pymes de Gas Natural, las pequeñas y medianas empresas tienen un potencial de ahorro del 25,9% en sus facturas energéticas. Frente a esta realidad, ¿por qué no ser cuidadosos con el medio ambiente y encima pagar más? La competitividad de las empresas pasa por la optimización de procesos y la búsqueda constante de la eficiencia y mejora continua. Hoy te contamos algunas ideas para reducir el consumo en electricidad de las empresas:
- Según WWF, la mayor organización conservacionista independiente del mundo, eliminar el stand by de los aparatos eléctricos, comúnmente conocido como consumo fantasma, puede ayudar a ahorrar hasta un 12% en la factura de la luz.
- La iluminación representa más del 50% de la factura de electricidad en locales comerciales y en torno al 10% en industrias, por lo que constituye una partida a tener en cuenta en cuanto al gasto energético. En este marco, la tecnología LED es una oportunidad de ahorro instantáneo. Sin embargo, los estudios demuestran que el índice de penetración todavía es bajo (cercano al 30%).
- Pequeños gestos con el equipo de trabajo. Desconectar completamente los equipos al terminar la jornada, ajustar el brillo de la pantalla a nivel medio, apagarla en descansos de trabajo, ajustar el protector de pantalla en modo negro o activar en el ordenador el modo ahorro de energía nos ayudarán a ahorrar un 20% de electricidad que estamos malgastando.
- Colocar regletas para apagar varios elementos de una sola vez antes de irnos, instalar sensores de movimiento en las zonas comunes o renovar equipos progresivamente teniendo en cuenta los criterios de eficiencia energética también ayudarán a ir reduciendo el gasto de la factura de la luz de la empresa.
En realidad, muchas de las acciones que podemos desarrollar desde la empresa para conseguir ahorrar en electricidad son muy similares a las que podemos hacer desde nuestro hogar.
Pero, además, hoy en día cada vez son más las empresas que apuestan por realizar un Diagnóstico Energético que les permita medir el comportamiento energético de su compañía, identificar en qué se gasta y, sobre todo, proponer acciones de mejora con y sin necesidad de inversión que ayude a alcanzar niveles superiores de eficiencia energética. ¿Preparados para afrontar el reto?